
ARCHIVO DE LO INCLASIFICABLE, 2018
Galería Cámara Oscura, REVISTA BEIS

ARCHIVO DE LO INCLASIFICABLE, 2018
Galería Cámara Oscura, REVISTA BEIS
The mirror of madness. Archive of the Unclassifiable. CÁMARA OSCURA .
—Octubre, 2018
Revista BEIS, Inma Benedito
Hay en la locura algo perturbador y doliente. Hay locura en el Arte, y también hay locura en la Ciencia. Pero la forma de aproximarse a ésta es muy diferente en función de con qué ojo se mire. Si la Ciencia trata de encerrar, rehabilitar y erradicar la locura en el hombre, considerándola una enfermedad; el Arte la observa, despojada de prejuicios, y hurga en su inherencia para revelar lo bello de su condición. También hay belleza en la locura.
Javier Viver (Madrid, 1971) explora la unicidad de Arte y Ciencia en la locura de lo humano. También explora la relación entre los procesos de la locura y los de la creación. Su obra, Archivo de lo inclasificable, muestra una selección de fotografías de la Iconografía de la Salpêtrière, uno de los primeros archivos fotográficos en el campo de la psiquiatría clínica, capturadas en el Hospital parisino de la Salpêtrière, hace más de un siglo.
Las imágenes constituyen un museo de poses patológicas, donde el cuerpo, como objeto de estudio psiquiátrico, se transforma en sujeto artístico, en musa de la locura. La mirada de los pacientes transmite un desasosiego flemático, y el visitante se busca a sí mismo en las arrugas, en los gestos, las malformaciones, tratando de no encontrarse.
Archivo de lo inclasificable, que estuvo expuesta en el marco de PhotoEspaña en la Galería Cámara Oscura, de Madrid, entre el 31 de mayo y el 28 de julio, puede visitarse entre los días 21 y 23 de septiembre en Unseen, la Feria Internacional de Fotografía de Ámsterdam, comisariada por la propia galería madrileña.
La exposición, de carácter multidisciplinar, está compuesta por imágenes de pacientes psiquiátricos obtenidas en La Salpêtrière entre 1875 y 1918, esculturas de escayola que simulan vaciados médicos, y un álbum, Révelations, que recopila todas las imágenes seleccionadas de la Iconografía de la Salpêtrière. El álbum, que se agotó a los pocos meses del lanzamiento, ganó el Premio Nacional del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte al mejor libro de arte en 2016 y Premio ArtsLibris. En esta ocasión, Viver pone a la venta los ejemplares que aún conserva de Révelations.
Viver establece un vínculo consustancial entre lo archivístico y lo artístico, entre documental y creación, invitando a reflexionar acerca del papel de lo corpóreo como objeto de estudio científico, pero también artístico. Su obra también se adentra por las oquedades por donde discurre la locura, buscando su relación con los procesos de creación. Ambos circulan por planteamientos que se alejan de lo racional.
A partir de un trabajo de campo con más de 4.000 fotografías y 42 volúmenes publicados entre 1875 y 1918, Viver realiza una compilación y edición de la iconografía del hospital parisino. Muchas de estas imágenes se encuentran escondidas en la exposición, archivadas en un mueble planero, un formato expositivo que confecciona esa sensación de proyecto científico.
A su vez, resulta llamativo observar cómo las poses de los pacientes escenifican de forma inconsciente patrones históricos de la pintura de Occidente, estrechamente ligada a la religión. Es posible encontrar paralelismos con el arte barroco español en la deformidad de las manos, en el realismo, en la posición de estudio de los cuerpos, que evoca dormiciones, asunciones y crucifixiones.
El proyecto artístico de Viver genera un sinfín de contradicciones en quien observa la exposición. Archivo de lo inclasificable tiene vocación de investigación científica, de clasificación archivística, hasta el punto de cuestionar dónde está la frontera entre las dos disciplinas, la creativa y la archivística. ¿Acaso de ahí viene la incapacidad de clasificar? A su vez, la obra del artista recupera la cuestión filosófica de la disociación entre cuerpo y mente y, cómo no, entre locura y cordura.
El Arte, como la Ciencia, revela al hombre su propia locura y desesperación. Pero en lugar de curarle de la enfermedad, coloca a la humanidad frente al espejo de la locura, y halla la verdad indecible de hacer al hombre reconocible en ella.